Antes de iniciar un tratamiento de ortodoncia, es normal que el paciente tenga dudas sobre los tipos de ortodoncias que existen y cuál es la mejor teniendo en cuenta la situación de su boca o incluso a su economía.

Los tratamientos de ortodoncia pueden ser o bien fijos, que se realizan a través de brackets, o bien de ortodoncia invisible o Invisalign, que son de quita y pon.

Los brackets, por su parte, son un elemento indispensable de los aparatos fijos de ortodoncia. Estos frenos se “adhieren” al diente para distribuir la tensión que genera el arco y así colocar los dientes en la posición que ha diseñado el ortodoncista para mejorar la sonrisa del paciente.

No obstante, existen distintos tipos de brackets y cada uno de ellos tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Hoy los repasamos para que, si tu dentista te ha aconsejado que te sometas a un tratamiento de ortodoncia, tengas más información sobre los distintos tipos de brackets.

Brackets metálicos

Destacan por su precio económico con respecto a otros tipos de brackets y por su durabilidad. Sin embargo, tienen como desventaja que implican tratamientos algo más largos y son los que más se ven en nuestra sonrisa. Este tipo de brackets han evolucionado mucho en los últimos años llegando a ser aparatos mucho más compactos y delgados.

Son muy utilizados por niños y adolescentes ya que se pueden personalizar usando gomas de colores dando así a la sonrisa un aspecto divertido.

Brackets estéticos

Este tipo se agrupa en ortodoncia estética, pues son prácticamente imperceptibles a la sonrisa del paciente. Suelen dividirse en dos tipos:

  • De zafiro

Sus principales ventajas son su aspecto estético, su durabilidad y su funcionalidad, pero también que mantienen su color claro. Es una de las opciones preferida por muchos pacientes que los conocen como brackets invisibles. No obstante, cuentan con un precio más elevado que otras alternativas.

  • Cerámicos

Son duraderos, efectivos y suponen una opción estética muy interesante. Como desventaja hay que tener en cuenta que, si no se mantiene la higiene adecuada, se manchan fácilmente.

Brackets autoligables

Este tipo de brackets no necesitan ligaduras (unas pequeñas gomas) para fijarse al arco del aparato dental, sino que hacen a través de unas pequeñas pestañas integradas en el bracket.

Así, una de sus mayores ventajas es que ejercen mucha menor fricción y se consigue una mejor distribución de fuerzas, lo que hace el tratamiento más cómodo y rápido para el paciente.

Brackets linguales

También llamados brackets invisibles o brackets por dentro, ya que se colocan en la cara interna de los dientes, por lo que se mantienen ocultos a la vista y garantizan la máxima discreción. No obstante, su principal desventaja es que son más incómodos y pueden causar molestias al hablar.

En cualquier caso, si estás pensando en iniciar un tratamiento de ortodoncia para mejorar tu sonrisa, te aconsejamos que te dejes asesorar por tu dentista que será, sin duda, quien te ofrezca un tratamiento ajustado a ti y personalizado con el objetivo de conseguir los mejores resultados.

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