Tendemos a pensar que mantener una correcta higiene bucodental es fundamental para lucir una sonrisa perfecta pero, más allá de las cuestiones meramente estéticas, cuidar nuestra boca es vital para mantenernos saludables. De hecho, las enfermedades bucodentales y las periodontales (gingivitis y periodontitis), son unas de las más prevalentes en el ser humano. Por ejemplo, 8 de cada 10 españoles mayores de 35 años presentan problemas relacionados con las encías.
Pero la transcendencia del cuidado bucodental no acaba aquí, descuidar los hábitos de higiene de nuestra boca puede estar detrás de diferentes patologías como un mayor riesgo de padecer problemas cardiovasculares, aumentar las posibilidades de sufrir diabetes o de controlarla peor o provocar un parto prematuro. Para evitarlo, hoy os ofrecemos unas recomendaciones básicas que, si sigues, pueden garantizar que tu boca permanezca en perfecto estado de revista, ahora y en el futuro.
- Cepillarse los dientes no es una opción es una obligación. Deberías hacerlo tres veces al día o cada vez que comas, pero dos veces es el mínimo imprescindible. El cepillado nocturno no es negociable, ya que la disminución del flujo salivar, cuando estamos durmiendo, cambia el pH, incrementando el riesgo de padecer patologías bucodentales. La técnica del cepillado también es fundamental. Realízalo lentamente, con movimientos cortos y elípticos, prestando especial atención a las encías y a los dientes de difícil acceso, las coronas y los empastes. No olvides que cepillar la lengua de atrás hacia adelante también es necesario para mover las bacterias que producen el mal aliento.
- Cambia el cepillo frecuentemente. El plazo recomendado sería cada tres meses aproximadamente, pero deberás reemplazarlo siempre que las cerdas estén deterioradas o dobladas.
- Utiliza hilo o seda dental. Es la mejor manera de eliminar la placa bacteriana que se acumula en los dientes y debajo de las encías, las zonas a las que el cepillo no llega y donde suelen iniciarse las caries y la enfermedad periodontal.
- Opta por los dentífricos con flúor. Fortalecen tus dientes y ayudan a prevenir la aparición de caries.
- Siempre un chicle a mano. Cuando no tienes posibilidad de cepillarte los dientes, lo chicles pueden ser un buen aliado de tu salud bucal, ya que disminuyen el nivel de acidez que se produce en la boca después de las comidas.
- Cuidado con lo que bebes. Bebidas como el vino (más el blanco que el tinto), la cerveza, los refrescos de cola, las bebidas energéticas o los zumos de fruta (especialmente los cítricos) o las infusiones, empeoran los problemas de sensibilidad dental. También deberías controlar el consumo de vino tinto, café, té o refrescos de cola si quieres evitar que tus dientes se manchen o se oscurezcan. Y, en cualquier caso, después de su consumo no olvides cepillarte a conciencia.
- Atención a lo que comes. Dulces, chucherías y en general todos los alimentos muy azucarados son el mejorado caldo de cultivo para las caries. Así mismo, el chocolate en exceso puede manchar tus dientes y la tan habitual costumbre de picar entre horas, si no te puedes cepillar después, también puede perjudicar tu salud bucodental. Los alimentos muy duros pueden ser peligrosos. Por tanto, ten especial precaución al morderlos para evitar fracturas. No olvides que lo que comes influye y mucho en la salud de tu boca. Para garantizarla, debes llevar una alimentación variada y equilibrada, rica en productos saludables como las frutas y las verduras.
- Reduce el estrés. El trepidante ritmo de vida al que nos vemos sometidos actualmente ha hecho que cada vez sean más las personas afectadas por el bruxismo (apretar o rechinar los dientes involuntaria y especialmente por la noche). Como consecuencia, no solo se desgastan las piezas dentales, sino que también se pueden producir problemas articulares y dolores de cabeza. La principal causa de esta patología son el agotamiento, los nervios y el estrés.
- Di adiós al tabaco. Fumar no solo aumenta considerablemente el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer, sino que también puede agravar patologías bucodentales como las caries o los problemas de encías, tales como la gingivitis y su fase más avanzada, la periodontitis.
- No te saltes tus revisiones. Acudir a tu dentista de manera periódica, para revisar tus dientes y hacerte limpiezas dentales, es clave para evaluar el estado general de tu boca, detectar y prevenir posibles problemas y actuar antes de que se agraven o aparezcan.
Como has podido comprobar, preservar tu salud bucodental no es, ni mucho menos, tarea imposible. No descuidar tus rutinas de higiene bucal, llevar un estilo de vida saludable y no saltarte las revisiones periódicas con tu odontólogo bastaría para preservar tu sonrisa perfecta y garantizar la salud de tu boca y de tu cuerpo en general.