La mejor forma de resolver la ausencia de dientes o muelas es un implante dental, ofreciendo total seguridad a la hora de masticar y sonreír. Es la solución perfecta para dejar de pensar en que se te pueda salir alguna pieza dental al hacer algún movimiento, como pasa en aquellos casos en los que llevamos prótesis removibles.
Los implantes dentales permiten sustituir la raíz que falta con el poder de mantener un diente artificial en ese hueco que queda tras la pérdida de nuestro propio diente y están compuestos por materiales biocompatibles que permiten su unión al hueso sin ningún tipo de rechazo. Si ya has dado el paso, recuerda que no solo es cuestión de realizarlo, también es importante cuidar el tratamiento para que el implante dure el mayor tiempo posible.
Antes de meternos en materia, hablemos de las ventajas que supone realizarse un tratamiento de implantes dentales:
- Principalmente, tienen la función de conservar una mayor cantidad de hueso. Si no hiciésemos nada al respecto y dejásemos espacios cuando perdemos un diente, el hueso tendería a retraerse y el resto de dientes se moverían, consecuencias negativas para nuestra salud bucodental.
- Son fáciles de colocar y la anestesia es completamente indolora.
- Permiten lucir una sonrisa totalmente natural. Desde Clínica Carolina López apostamos por la naturalidad, por ello conseguimos que la zona tratada quede lo más parecida posible a como era antes, encajando a la perfección con el resto de dientes de la boca.
- Y lo más importante, pueden llegar a durar toda la vida, pero ¡ojo! Debemos cuidarlos como nuestros dientes naturales.
¿Quieres sabes cómo? Aquí te dejamos algunos consejos:
- Cepilla tus dientes, como mínimo, tres veces al día. Siempre de manera exhausta y pasando por todas las piezas dentales. Finaliza tu cepillado con enjuague bucal que protegerá tus encías frente a posibles bacterias.
- El espacio que hay entre los dientes es un deposito de bacterias que puede llegar a destruir tus implantes, por lo que te recomendamos el uso de hilo dental, por lo menos, una vez al día.
- Visitar a tu odontólogo es imprescindible ya que, en algunos casos, los implantes necesitan limpieza mecánica que solo podrá realizarla un profesional.
- Recuerda no comer alimentos duros o pegajosos para evitar complicaciones.