Seguro que alguna vez has experimentado las molestias que provocan las llagas. Pueden aparecer tanto en la lengua, como en los labios, el interior de las mejillas y hasta incluso el paladar o las encías. Descubre en este nuevo post qué ocasiona las llagas y cómo curarlas.
Qué es y por qué salen las llagas
Las llagas se llaman también úlceras bucales o aftas y se caracterizan por un color blanquecino que se distingue del resto de la boca. No son contagiosas, pero sí muy molestas, especialmente a la hora de comer o hablar.
Ortodoncia
Tanto niños como adultos pueden sufrir de aftas. Aunque algunas personas son más propensas a padecer esta afección, hay una serie de causas que provocan la aparición de este tipo de úlceras. Una de las más comunes es consecuencia de la ortodoncia.
Las personas que llevan brackets o prótesis suelen sufrir de llagas, ya que los ganchos pueden salirse o destensarse y sobresalir en alguna parte de la sonrisa. Este fino hierro acaba clavándose en la cara interior del labio o la mejilla y produce la herida.
Una alimentación incompleta
El siguiente motivo para la aparición de llagas o aftas va relacionado con la falta de vitamina B y C en nuestra dieta diaria. Alimentos como las sardinas, las legumbres o los frutos secos aportan una gran cantidad de vitamina B, mientras que el brócoli, las naranjas o los pimientos nos nutren de vitamina C.
Las llagas también pueden ser síntoma de un problema mayor relacionado con la bajada de defensas en nuestro organismo como la gripe, un elevado nivel de estrés o un descanso insuficiente.
Cómo desaparecen las llagas
Estas heridas terminan desapareciendo como consecuencia de la regeneración natural de la piel. Sin embargo, hasta que esto sucede pasan de 3 a 5 días y suele ser muy molesto para la persona. Por eso existen productos farmacéuticos que aceleran la cicatrización y acortan el proceso a unos 2 días.
Si padecemos de aftas por un tratamiento con ortodoncia, podemos aliviar la molestia con la cera dental. Después de lavarnos los dientes, adherimos una pequeña cantidad del producto al bracket que nos está rozando y evitamos el contacto o la misma aparición de la llaga.