Quien no haya tenido la sensación, alguna vez, de tener mal aliento que tire la primera piedra… Y, seguramente, nadie la tiraría…Y es que el mal aliento o halitosis es bastante común. Más de la mitad de la población lo ha padecido en algún momento de su vida, pero la diferencia estriba en la persistencia del mismo.

En la mayoría de los casos, se asocia a una mala higiene bucal, pero también puede ser síntoma de alguna patología. Por tanto, si quieres saber cómo eliminar este sabor y olor desagradable, lo primero que debes hacer es detectar su origen. Es el primer paso para solucionar el problema y tu mejor aliado para descubrirlo será siempre tu odontólogo. Aclarada esta premisa básica, repasaremos las causas más frecuentes del mal aliento:

Una mala higiene bucal

La causa principal del mal aliento en el 90% de los casos es la proliferación de bacterias en la boca, cuando se acumula el sarro. Estas inducen a la formación de placa bacteriana sobre los dientes y produce ácidos y otros compuestos volátiles que provocan mal sabor y olor en tu boca.

Patologías en el aparato respiratorio o el tubo digestivo

La sinusitis, la bronquitis, el cáncer de pulmón, la hernia de hiato, la gastritis o la bacteria Helicobacter pylori pueden provocar halitosis y mal sabor de boca

Boca seca

La escasez de saliva también se asocia a la halitosis. La saliva que segregan las glándulas salivales está compuesta en un 99% de agua. Tiene propiedades antisépticas y su función es mantener la boca limpia y lubricada. Por ello, si la cantidad de saliva no es suficiente nuestra salud bucodental puede resentirse.

Bebidas y comidas inadecuadas

El consumo de alcohol, café, tabaco y otros alimentos como el ajo, la cebolla o las especias también se asocian con la halitosis.

Dieta baja en hidratos de carbono

La carencia de estos nutrientes provoca que el organismo utilice las grasas para conseguir la energía que necesita. Este proceso produce un incremento de la acetona que ocasiona un mal olor característico.

Como hemos dicho, la principal causa del mal aliento es una mala higiene bucal o determinados estilos de vida o costumbres alimenticias. Por ello, lo primero que debemos hacer para combatir este problema es introducir pequeños cambios que suelen dar grandes resultados.

Cómo combatir el mal aliento

  • El primero y fundamental es adoptar una correcta rutina de higiene bucodental. Cepíllate los dientes, al menos tres veces al día, con una pasta con flúor. Cepilla también tu lengua suavemente y de atrás hacia adelante, para eliminar cualquier bacteria que pueda haber quedado atrapada en la superficie. Utiliza el hilo dental para eliminar la placa y las partículas de comida que quedan en las zonas de difícil acceso entre los dientes y a las que no llega el cepillo y finalmente utiliza un colutorio. Y no olvides cambiar tu cepillo cada dos o tres meses o cuando las cerdas se deformen.
  • Si eres propenso al mal aliento, reduce el consumo de alimentos muy aromáticos como las especias, el ajo, las cebollas y bebidas como el café o el alcohol.
  • Deja de fumar. El tabaco no solo provoca mal aliento, sino que además mancha los dientes. Si dejas los cigarrillos descubrirás que tu aliento es mucho más fresco y tus dientes más blancos.
  • Bebe mucho líquido, especialmente agua, para mantener tu boca hidratada y producir la suficiente saliva para eliminar bacterias y células muertas. Comer fruta y verdura (al menos 5 piezas al día) también incrementará la hidratación y la producción de las glándulas salivares.

Estas son algunas de las pautas que seguro te recomendará tu dentista, pero también existen pequeños trucos o remedios caseros que, si bien no solucionarán el problema de fondo, si pueden sacarte del algún apuro en un momento puntual.

Remedios caseros contra la halitosis

  • Lleva siempre chicles sin azúcar. Son especialmente recomendables si no te puedes lavar los dientes Además de refrescar tu aliento de manera inmediata hacen que segregas más saliva después de comer y que, por tanto, tu boca esté más protegida contra las bacterias.
  • Los caramelos de menta o las hojas frescas de menta, frotadas sobre la superficie de la lengua, también ayudan a eliminar las bacterias y el mal olor de tu boca.
  • Masticar un trozo de cáscara de limón o un grano de café durante unos minutos después de la comida, paliará los efectos de un menú demasiado pesado o aromático.
  • Intenta no pasar demasiadas horas sin ingerir ningún alimento. Una manzana o una zanahoria pueden ser una perfecta opción entre las comidas principales.
  • Ya sea en enjuague o bebidas, las infusiones de menta, eucalipto, salvia, tomillo, romero, hierbabuena o perejil, con dos o tres clavos enteros, son muy eficaces contra el mal aliento. El té verde también puede acabar con esta incómoda afección. Y si no tienes tiempo, puedes masticar directamente las hojas de perejil.
  • Si tu halitosis está causada por problemas digestivos diagnosticados, puedes masticar semillas de cardamomo o tomar infusiones de hierbas digestivas como el hinojo, el poleo, la manzanilla o el anís.

Y si poniendo en práctica todos estos consejos, cambiando tus malos hábitos y siguiendo una estricta rutina de higiene bucal persiste tu mal aliento, no dudes en consultar a un especialista para que descarte otras patologías que pudieran estar causándolo.

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