Los nueves meses del embarazo suponen una infinidad de cambios en el cuerpo de una mujer que hacen a la futura mamá más susceptible a problemas bucodentales como la gingivitis o las caries. Y es que dos de cada diez mujeres embarazadas sufren alguna patología dental durante los meses de gestación, es por ello que el cuidado de nuestros dientes, que siempre es imprescindible, se debe agudizar un poco más durante este tiempo.
Como comentábamos, las patologías bucodentales más frecuentes para las embarazadas suelen ser la gingivitis y las caries:
Gigivitis:
Esta patología consiste en una inflamación de las encías que están más sensibles e incluso presentan un sangrado espontáneo cuando masticamos o nos lavamos los dientes. Esto ocurre porque durante el embarazo se produce un aumento de tres hormonas: prolactina, estrógenos y relaxina, que sirve para relajar las articulaciones y facilitar el parto. Estas hormonas condicionan cambios en las estructuras de todo el organismo y, especialmente, en los tejidos de la boca. Estos tejidos aumentan la irrigación sanguínea y sufren una mayor capacidad inflamatoria.
También puede afectar a los ligamentos periodontales, que son los que unen el diente al hueso, causando una movilidad excesiva de los dientes y facilitando la entrada de restos de alimentos por debajo de las encías.
Caries:
Se trata de otra de las patologías bucodentales más frecuentes durante el embarazo y tiene su origen en varias causas como, por ejemplo, los vómitos del primer trimestre que sufren siete de cada ocho embarazadas y que pueden erosionar el esmalte dental y provocar caries porque aumentan el ambiente ácido y los patógenos de la boca.
La aparición de caries durante estos meses también se debe a un cambio de la flora bacteriana de la boca o al cambio de la alimentación. Y es que, durante el embarazo, es normal que comamos más hidratos de carbono o dulces y, además, ingerimos con mayor frecuencia, aunque en menores cantidades.
Hábitos para cuidar tus dientes
Para evitar la aparición de estos problemas, es fundamental que sigas unas pautas correctas que te permitan gozar de una buena salud dental.
En primer lugar, la alimentación es uno de los pilares principales para cuidar de tus dientes: llevar una alimentación equilibrada, además de evitar las alteraciones bucales cuidará de la salud general de la madre y su bebé.
Es recomendable que incluyas en tu dieta vitaminas como la vitamina A y la vitamina D y minerales como calcio y fósforo, que aportan las propiedades esenciales para la formación de los huesos y los dientes del futuro bebé. También es necesario un aporte adecuado de lípidos, entre los que se encuentran los ácidos grasos esenciales que son fundamentales para un buen desarrollo del sistema nervioso.
Las proteínas de calidad que aportan la carne, el pescado, los huevos y la leche son igualmente imprescindibles, al igual que consumir una cantidad adecuada de hidratos de carbono, preferiblemente los llamados hidratos complejos, como el pan, las pastas, las patatas, el arroz, etc y evitar aquellos como la bollería que contienen grandes cantidades de azúcar que no son buenas para nuestra salud bucodental ni para nuestra salud general.
Además, de la alimentación, será fundamental que intensifiques tus hábitos de higiene dental con un cepillado después de cada comida y con el uso de hilo dental, que evitará que se queden restos de comida en nuestros dientes.
Y, por supuesto, no te olvides de visitar a tu dentista de confianza. Como siempre aconsejamos, es importante que acudas a tu cita cada seis meses como mínimo, por lo menos para una revisión que permita tratar cualquier problema de forma rápida previniendo así la aparición de patologías más graves.