Los brackets linguales son otra opción para corregir la posición de tus dientes de forma discreta. Junto al Invisalign, del que os hablábamos hace unos días, es el único método de ortodoncia invisible. Os explicamos en qué consiste, cómo funciona y qué ventajas tiene.
Todos conocemos los brackets como método corrector de nuestra sonrisa. Uno de los inconvenientes más frecuentes para aquellos que se someten al procedimiento es la visibilidad. Preferirían optar por un método más discreto, que no sea percibido por el resto cuando sonreímos.
¿Cómo funcionan los brackets linguales?
Después del Invisalign, los brackets linguales son la segunda técnica para lograr la mejora de nuestra dentadura de forma prácticamente invisible. Esto es posible porque este tipo de brackets se colocan en la cara interna del diente, es decir, la cara lingual que tiene contacto con la lengua.
Los linguales funcionan como cualquier otro tipo de brackets, con la especialidad que no son visibles. Realizan presión sobre el diente que va recolocándose en la posición deseada. Así corregimos problemas como el apiñamiento o la mordida abierta sin que se vea por el resto.
Más estético
Como ya hemos dicho, al colocarse en la parte interna del diente no se ven, dando un resultado igual de eficaz que los métodos tradicionales, pero mucho más estético. Es la elección de muchos adultos que quieren corregir su sonrisa discretamente.
Invisalign u ortodoncia lingual
¿Qué es mejor para tu sonrisa? Depende de tus prioridades y la forma en la que te sientas más cómodo o cómoda. Estéticamente, los brackets linguales están totalmente ocultos, mientras que Invisalign a pesar de ser muy discreto, es transparente y por tanto, siempre se notará ligeramente.
Ambas ortodoncias son igual de eficaces. Recordemos que con Invisalign, nuestra odontóloga realiza un estudio previo para enseñar al paciente cómo va a quedar su sonrisa una vez termine el tratamiento. A pesar de esto y teniendo en cuenta que la mayoría de problemas dentales pueden resolverse con las dos opciones, algunas correcciones dentales no pueden tratase con Invisalign. Aún así, es un porcentaje bajo de afecciones.
Insistencia
Un factor importante para decidirse es conocer en qué medida vas a ser responsable de la ortodoncia. Mientras los brackets linguales son fijos y no dependen de los hábitos del paciente, el Invisalign debe quitarse en las comidas y por tanto, para que el tratamiento sea eficaz, el paciente tiene que asegurarse de llevarlo de 20 a 22 horas.
Comodidad
El Invisalign no provoca ninguna molestia urgente. Los brackets linguales a pesar de estar colocados en la cara interna del diente, no dejan de ser brackets, por lo que puede soltarse algún hierro y provocar posibles llagas.
En relación con la limpieza, ambos métodos permiten mantener una buena higiene bucal. Aún así, debemos mencionar que el cepillado con Invisalign siempre será más fácil, ya que solo tenemos que quitarnos la ortodoncia para la limpieza.