¿Cómo vais de anatomía? En la Clínica Dental Carolina López os explicamos las partes por las que está formado tu diente y qué función realizan para conocer la importancia de la salud dental. ¡Allá vamos!
Una persona adulta consta de 32 piezas dentales. Cada una de ellas pertenece a cuatro de los tipos de dientes que tenemos y realiza una función diferente en la masticación y digestión de los alimentos.
Pulpa
La pulpa es el tejido blando que forma el núcleo de nuestros dientes. Aquí se encuentran los vasos sanguíneos y los nervios. Esta es la razón por la que cuando tenemos alguna afección, como las caries, y llegan a la pulpa, experimentamos dolor.
Dentina
En otros posts hemos hablado sobre la dentina para explicar la sensibilidad dental. Se trata de la capa del diente que se encuentra justo debajo del esmalte.
Esmalte
El esmalte es la capa exterior dura de la pieza dental. Esta parte del diente podrá sufrir afecciones si no se lleva a cabo una rutina de higiene dental completa y adecuada.
Raíz
Como la raíz de un árbol, esta parte sujeta el diente a la encía y el hueso, y es el componente que mayor espacio ocupa en cada pieza dental.
Borde la encía
Esta parte une las piezas dentales con las encías y es fundamental su limpieza correcta. Desde la Clínica Dental Carolina López aconsejamos concienzudamente el uso correcto del hilo dental. De esta forma, extraemos los restos de comida y evitamos la generación de sarro.
Corona
La corona forma la parte superior del diente y con ella identificamos a qué tipo de pieza dental nos estamos refiriendo. Sigue leyendo para conocer qué categorías existen.
¿Para qué sirve cada diente?
A la izquierda y derecha de nuestra boca, en la parte más interior, encontramos los molares. Este tipo de diente, como su nombre indica, cumple la función de moler la comida, es decir, lleva a cabo la masticación.
Anteriores a estos se encuentran los premolares. También pueden llamarse bicúspides, ya que tienen dos cimas puntiagudas para desgarrar los alimentos.
Los dos últimos tipos son los caninos y los incisivos. Los primeros, llamados generalmente colmillos, se caracterizan por su forma puntiaguda. Los incisivos se encargan de cortar aquello que ingerimos.