Durante los últimos años el carbón activado se ha convertido en un producto muy reclamado dentro de la industria cosmética. Entre sus beneficios destacan la limpieza, exfoliación o la absorción de toxinas, restos de grasas y suciedad de nuestra piel. Se trata, en ese sentido, de un producto en auge para el cuidado de la piel, pero que también ha empezado a usarse como blanqueador dental.

Numerosas páginas web o vídeos en plataformas como Youtube nos muestran los supuestos beneficios de utilizar el carbón activado para blanquear nuestros dientes. Sin embargo, la eficacia del uso de este producto en nuestros dientes para blanquearlos no está demostrada científicamente e incluso numerosas asociaciones han advertido de los riesgos de blanquear los dientes con esta sustancia.

Entre las entidades que han puesto de manifiesto los riesgos de este tipo de productos se encuentra la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que advierte de que el carbón activado puede «desgastar el esmalte o causar recesión de las encías y sensibilidad dental a la larga». Igualmente aseguran que este tipo de productos son “abrasivos” y, aunque pueden blanquear ligeramente los dientes, “es solo superficial y no aclaran manchas más profundas ni cambian el color de los dientes”. Además afirman que el uso continuado de este producto acaba por desgastar el esmalte, provoca retracción de las encías y aumenta bastante la sensibilidad dental.

Por su parte, la Asociación Dental Americana (ADA) explica que no existe “ningún tipo de evidencia científica que avale el hecho de que este producto ayude a blanquear los dientes y a conseguir una sonrisa más brillante”. En ese sentido, afirman que con el uso del carbón activado los dientes pueden incluso aparecer más amarillentos ya que se trata de un material tan duro que acaba dañando el diente y dejándolo más expuesto dejando al descubierto la dentina, que es una capa inferior más suave y amarilla.

Como podemos ver, son numerosos los riesgos de utilizar el carbón activado para nuestros dientes y múltiples las organizaciones y profesionales que lo desaconsejan. Al igual que los productos caseros de blanqueamiento como son el bicarbonato o el agua oxigenada y cuyo uso para este propósito también se puede observar en internet. Todos ellos son sustancias abrasivas que no debemos utilizar con el fin de blanquear nuestra dentadura, pues pueden dañar la estructura de nuestros dientes para siempre.

En ese sentido, lo mejor para conseguir un blanqueamiento dental adecuado es que te pongas en manos de un profesional que estudie detenidamente tu caso y te asesore sobre qué tratamiento será mejor para ti. Este tipo de tratamientos se pueden realizar tanto en casa con férulas de gel blanqueador, en la consulta con sesiones de lámpara de luz o un tratamiento mixto que combine los dos anteriores.

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